Cómo Emigrar

8 Motivos por los que Emigrantes Venezolanos FRACASAN

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En los últimos años millones de venezolanos han emigrado en busca de mejores condiciones de vida, pero al poco tiempo regresan fracasados y sin dinero.
Primeramente quienes desean emigrar deben estar preparados físicamente, emocional y financieramente para afrontar la nueva realidad a la que se enfrentan.

Si no estás acostumbrado a vivir sólo o eres muy dependiente de tus padres, te afecta vivir afuera o no te gusta el ambiente de las ciudades, lo mejor es que reconsideres tu intensión de emigrar y busques alternativas para quedarte cerca de tu familia.

Héctor y Carolina, una pareja de ingenieros que se identifica como “2 inmigrantes”, se establecieron en Santiago de Chile. Ellos comparten un interesante video en el que explican algunas razones por las que muchos venezolanos fracasan en su intento de emigrar a otro país.


Deja la viveza criolla

Si estas acostumbrado a hacer “lo que te dé la gana”, no debes salir de Venezuela.

En otros países se respetan las normas, así que no podrás hacer fiestas y poner la música a todo volumen.

Debes respetar las normas de tránsito y de convivencia, sobre todo no puedes estar sobornando a los oficiales de la ley.

Si estas acostumbrado a colearte e irrespetar el turno de los demás, no lo intentes en otro país, generalmente las gestiones se realizan en 5 minutos respetando el orden de llegada. Las personas no comparten esa mentalidad y cada quien es respetuoso de los derechos de los demás.

“Gran parte del problema que tenemos en Venezuela es porque las personas no respetan las reglas y cada quien quiere hacer lo que le parezca sin analizar las consecuencias”


Falta de humildad

En otro país debes estar dispuesto a trabajar en lo que sea, sin importar que eres ingeniero o tienes diez años de experiencia, debes estar dispuesto a empezar desde abajo.

Para que reconozcan tu titulo, primero debes hacer todo el proceso de legalización y mientras tanto debes trabajar en lo que salga, desde cero.

Puede ser que empieces de garzón, mesero o ayudante de cocina, sin importar que otros te den ordenes aunque estén menos capacitados académicamente.

El hecho de que ya estés legalizado y reconozcan tus títulos, tampoco te da derecho a pasarle por encima a otras personas, únicamente tendrás mejores oportunidades para mejorar tu calidad de vida.


Apego al país

Si estás muy apegado a las cosas del país, si eres de los que piensa que Venezuela es lo mejor, quédate en Venezuela.

En otras latitudes debes evitar andar comparando entre lo que tenías allá y lo que ves aquí, nada se puede comparar, porque cada país representa una realidad propia y cada experiencia es individual.

Sobre todo evita expresiones xenofóbicas, recuerda que eres tú el que estás ocupando un lugar en el país de alguien más.


Asume tu condición

Cuando emigras asumes una actitud muy diferente a cuando andas de turista y llegas a gastar tu dinero porque ahorraste y quieres conocer otros lugares.

Como inmigrante la realidad es diferente, debes ahorrar tu dinero y comprar desde lo más esencial, desde ollas y utensilios de cocina en adelante.

Poco a poco podrás ir conociendo el país, pero cada cosa a su tiempo y lo más importante es reservar tus ahorros para mantenerte hasta que encuentres un trabajo estable y legalices tu situación.

“Si gastas todo tu dinero en el primer mes te encontrarás solo, sin posibilidades de sustentarte y lo más probable es que tengas que regresarte por donde viniste”


Apego familiar

Las personas que son muy dependientes de su familia y no han considerado cuánto van a extrañarla, no deben salir de Venezuela.

Al momento de emigrar vas a estar totalmente solo y tendrás que resolver las situaciones por ti mismo.

Si empiezas a extrañar la sopita de la abuela, que tu mamá te arrope en las noches, las reuniones con los primos, las fiestas con los vecinos, te vas a sentir decepcionado y desearás regresar cuanto antes.

En tu nuevo país no podrás compartir con ellos todos los días, ni podrás contarles cada cosa que veas o te suceda. A muchos les pega el estar solos y les afecta emocionalmente.

Recuerda que no es cualquiera el que puede reunir el costo de los pasajes para venir a visitarte cuando se te antoje, así que “no desperdicies tu oportunidad, porque muchos lo desean pero son muy pocos quienes logran establecerse”.


Legalidad en los trámites

Si no eres capaz de hacer las cosas en forma legal y a su debido momento, no salgas de Venezuela.

Hay personas que no pueden hacer sus gestiones por el camino normal, quieren estar pagando por todo para “habilitar” los trámites.

En otro país debes tener paciencia y esperar los lapsos correspondientes para los trámites de tus documentos, la residencia tarda de tres a cuatro meses, conseguir trabajo demora de mes a mes y medio, etc.

Muchos se agobian porque pasan dos meses y todavía no han conseguido trabajo y están indocumentados todavía.

“Nada es fácil pero los plazos son los mismos para todos, todos los ciudadanos son tratados con equidad y no hay preferencias para nadie”


Dificultad para socializar

Si eres de los que te cuesta hacer amistad con extraños y necesitas estar solo con venezolanos para salir a todas partes y poder sentirte bien, no salgas de Venezuela.

Como inmigrante debes estar dispuesto a relacionarte con personas de la nación donde estés y de otros lugares.

A cualquier parte que vayas vas a encontrar haitianos, colombianos, argentinos, brasileños, europeos, siempre hay migrantes de todas las culturas y nacionalidades, “así que relájate y comparte con las personas que estén más cerca de ti”.

Puede ser que también conozcas a algún venezolano en una reunión o alguna fiesta, pero no siempre será así y no todos estarán dispuestos a socializar contigo.


Estilo de vida

Cada cultura y cada ciudad tiene su propio ritmo y debes adaptarte a esa realidad.

Santiago de Chile por ejemplo, es una ciudad con mucho movimiento, es una ciudad muy dinámica comparada con Caracas donde sientes que no cabe nadie más, porque para todo hay que hacer una cola y para subir al metro tienes que caerte a empujones.

“El mayor contraste lo representa San Cristóbal una ciudad que es sumamente apacible, pero en Santiago el ritmo es muy acelerado, no hay colas y todo fluye muy rápido”.

Así que debes estar despierto y moverte rápido, no hay tiempo para que andes aletargado o perezoso o pensando cada movimiento que vas a realizar.

En Santiago el estilo de vida puede ser muy estresante y debes adaptarte rápido o corres el riesgo de fracasar en tu deseo de emigrar.

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